domingo, 17 de junio de 2012

EL JUGLAR Y LA DAMA


Ava parió un lobezno.  Marisa García Viñals. Editorial Milenio. 2012. 264 páginas.

En el año 2007, Marisa García Viñals  -nacida en La Seo de Urgel, residente en Lérida y con casa en la pequeña localidad ribagorzana de Sos en el valle de Benasque-  publicó su primera novela Voces tras las sombras, a la que dediqué en su momento un extenso artículo en este diario. Se trataba de una narración de corte histórico que tenía como principal protagonista a la condesa Mayor, nacida en Castilla, venida a Ribagorza para contraer matrimonio y retirada finalmente en la Sositania, un pequeño territorio situado en la parte más septentrional del entonces incipiente condado ribagorzano. En la nueva novela de García Viñals es la también condesa Ava, madre de Mayor, quien se convierte en la protagonista indirecta del relato.

Ava parió un lobezno, cuyo subtítulo aclaratorio es Esplendor y caída de una condesa ribagorzana en Castilla, cuenta la vida de esta interesante y enigmática mujer que en el año 965 se casó en la catedral de Roda de Isábena con el conde castellano García Fernández, hijo del mítico Fernán González y llamado “el de las bellas manos” en cantares y romances. No le fueron demasiado bien las cosas a Ava en tierras de Castilla, donde -mujer y forastera- dio lugar a una leyenda que la acusaba de traicionar a su marido, querer envenenar a su hijo Sancho y estar en connivencia con el caudillo musulmán Almanzor, azote en aquel tiempo de los territorios cristianos del norte.

Ante el entusiasmo de la concurrencia, los juglares castellanos cantaban por pueblos y castillos la famosa “leyenda de la condesa traidora”. Así lo hace al inicio de la novela Cardelle de Albelda, un juglar conocido por su ironía socarrona, su picardía y su ingenio inagotable. Una misteriosa dama que se oculta entre la audiencia se atreve a contradecir las palabras del juglar y a ofrecerle su propia versión de unos hechos que parece conocer de primera mano. La novela se convierte así en un largo diálogo, con sucesivos encuentros y peripecias varias, entre el chistoso juglar y la enigmática y elocuente dama. Se contraponen de esta manera las dos versiones de la misma historia: la juglaresca y legendaria, que convierte a la condesa Ava en el chivo expiatorio de los males de Castilla frente al poderoso Almanzor, y la versión, probablemente más acorde con la verdad, que presenta a una condesa más proclive al pacto y menos belicosa que su marido y, desde luego, con voz e iniciativa propias frente al poder y las ansias guerreras de éste.

Como ya hiciera en Voces tras las sombras, Marisa García Viñals ha llevado a cabo en Ava parió un lobezno un muy meritorio trabajo de documentación histórica, proporcionando a todo ese caudal de informaciones sobre la historia castellana de finales del primer milenio un entretenido y ameno formato de novela. Hay en ésta algunos chispeantes diálogos, una relación que progresa lentamente con el propio relato, un misterio y una intriga que no se desvelan hasta el último momento, y, como ya se ha dicho, una lograda ambientación histórica que se pone de manifiesto tanto en las referencias a los acontecimientos de la época y a la geografía en que éstos suceden como en el uso de un vocabulario repleto de refranes y ocurrentes y variadas expresiones populares.

Carlos Bravo Suárez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿No escribió esta autora un pequeño cuento sobre Benasque?

carlos bravo suarez dijo...

Así es. Se trata del cuento "Acibella y Rabasón. Los amantes de Benasque". Fue publicado también por editorial Milenio, en el año 2009.