domingo, 14 de julio de 2013

LA INVENCIÓN DEL AMOR


La invención del amor. José Ovejero. Alfaguara. 2013. 256 páginas.

Con La invención del amor, José Ovejero (Madrid, 1958) ha obtenido el último Premio Alfaguara de novela. Otros libros de poesía, de viajes o de ensayo del prolífico escritor madrileño habían recibido ya antes destacados galardones literarios. Con el Premio Alfaguara, además de una importante dotación económica, Ovejero se asegura una amplia difusión de su novela en el mercado editorial hispanoamericano.

La invención del amor es una novela original y diferente que, aunque pueda parecer al principio algo inverosímil y extraña, logra muy pronto seducir y atrapar al lector en sus bien construidas redes narrativas. Se trata principalmente de la historia de un autoengaño y una impostura. Samuel, soltero de más de cuarenta años que tiene con un socio una empresa de materiales de construcción, es confundido con alguien de su mismo nombre que ha mantenido relaciones extraconyugales con Clara, una mujer que acaba de morir en un accidente de coche y que, recordada o inventada por los demás personajes, acaba por convertirse en la verdadera protagonista de la novela. En vez de aclarar la confusión suscitada, Samuel decide persistir en ella e inventarse una historia de amor con la fallecida. De esa invención, va haciendo partícipe a Carina, la hermana mayor de Clara, también soltera y con dificultades para comprometerse sentimentalmente.

La novela, que se desarrolla íntegramente en Madrid, es un relato urbano de solteros inadaptados que viven en el escepticismo y la falta de ilusión, en una permanente inestabilidad emocional, dentro de la crisis social y económica general que azota a nuestro país y que en una gran urbe, donde no se conoce ni siquiera al vecino de escalera, se convierte todavía en más deshumanizada y anónima. El jurado que le otorgó el Premio Alfaguara define acertadamente el libro como “una historia de amor nada convencional, sorprendente, que surge a partir de una impostura y del poder y las posibilidades del azar, y revela la fuerza transformadora de la imaginación y su capacidad para construir nuevas existencias”.

Pero que nadie espere un relato romántico o sentimental más o menos al uso, porque, como ha dicho su autor en alguna entrevista, en La invención del amor hay más bien “humor negro y una cierta dureza” y, podría añadirse, mucha soledad e inadaptación urbanas en estos tiempos difíciles y precarios en todos los ámbitos de la vida. Además, enamorarse no deja de ser siempre, al menos en sus inicios, una cierta invención del otro.


Carlos Bravo Suárez

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