domingo, 29 de noviembre de 2015

LOS JUGADORES

                                              


“Los jugadores”. Carlos Fortea. Nocturna Ediciones. 2015. 287 páginas.
           
Carlos Fortea (Madrid, 1963) es profesor en la Universidad de Salamanca. Tiene una brillante trayectoria como traductor de más de cien obras, entre las que destacan libros de escritores como Thomas Berhard, Günter Grass, Stefan Zweig, Alfred Döblin, E.T.A. Hoffmann y Eduard von Keyserling. Como escritor, es autor de las novelas juveniles “Impresión bajo sospecha” (Anaya, 2009), “El diablo en Madrid” (Anaya, 2012) y “El comendador de las sombras” (Edebé, 2013). En el pasado mes de octubre, Nocturna Editorial publicó “Los jugadores”, su primera novela para adultos.
            
“Los jugadores” está ambientada en París, en 1919, durante la Conferencia de Paz que se celebró en la capital francesa al término de la Primera Guerra Mundial y que culminó con la firma del Tratado de Versalles. Se trata de un relato coral, narrado en tercera persona y protagonizado por una serie de personajes que coinciden en la ciudad gala con motivo de la citada conferencia internacional en la que, tras el armisticio de 1918, los países vencedores se reúnen para imponer sanciones a los vencidos y establecer un nuevo orden europeo y mundial. En la novela encontramos algunos personajes reales, como el presidente estadounidense Thomas Wilson, el francés Georges Clemenceau, el primer ministro británico Lloyd George o importantes representantes de la delegación inglesa como Winston Churchill y el economista J. M. Keynes. Pero, además, otros personajes están pendientes de ese encuentro: algunos rusos blancos o mencheviques exiliados en París tras la Revolución Rusa de 1917, un fanático bolchevique que se infiltra en sus filas para espiarlos, un joven congresista estadounidense asesor del presidente Wilson, un derrotado y humillado coronel de ulanos del extinto imperio austrohúngaro, una representante de la Cruz Roja internacional e, incluso, a pesar de la no participación de España en el conflicto, varios ciudadanos de nuestro país. Una destacada periodista apodada “Carta Blanca”, otro extraño y enigmático reportero que trabaja por libre y envía informes confidenciales al gobierno español, y un especulador con su amante que ha hecho grandes negocios durante la guerra y ahora ve peligrar sus beneficios por los cambios que conlleva el nuevo orden mundial.
            
Para dar algo más de intriga e interés al relato, varios agentes extranjeros, vinculados a las delegaciones de los países presentes en la conferencia, aparecen misteriosamente asesinados. Será el comisario Retier, de la policía parisina, quien inicie la investigación para desentrañar las causas de esas extrañas muertes. Por otro lado, en la novela se muestra, con bastante claridad y habilidad narrativa, el juego de intereses políticos, geoestratégicos y económicos que mueven a los participantes en la conferencia, y que configuran la nueva situación mundial que se va a establecer en Europa y en el mundo tras la firma del Tratado de Versalles.
           
Estructurada en secuencias cortas que se suceden saltando de un personaje a otro, y escrita con un lenguaje cuidado, rico y literario, “Los jugadores” es una muy recomendable novela que, alejándose de las fórmulas que buscan el éxito por encima de cualquier otra cosa, consigue hilvanar una atractiva narración coral que, sobre un fondo histórico bien documentado, se proyecta al futuro y muestra los juegos de intereses que siguen presidiendo en la actualidad las siempre difíciles y complejas relaciones internacionales.

Carlos Bravo Suárez

domingo, 22 de noviembre de 2015

VENTE A CASA

         
                               
“Vente a casa”. Jordi Nopca. Libros del Asteroide. 2015. 240 páginas.

Jordi Nopca (Barcelona, 1983) es periodista y licenciado en Teoría de la Literatura. Ha trabajado en diversos medios de comunicación y en 2012 publicó en catalán la novela “El talent”. En esa misma lengua fue publicado el pasado año el libro de cuentos “Puja a casa”, con el que Nopca ganó el prestigioso premio Documenta, que se concede en la ciudad condal a la mejor obra literaria publicada en catalán por un autor menor de 35 años. El propio escritor ha traducido su libro al castellano con el título de “Vente a casa”, publicado recientemente por Libros del Asteroide.
            
“Vente a casa” contiene una decena de cuentos ambientados en la Barcelona del siglo XXI. Sus protagonistas son en su mayor parte jóvenes, en torno a los treinta años, que sufren en sus carnes la crisis económica y viven situaciones de paro y precariedad laboral que repercuten directamente en sus relaciones de pareja, también inevitablemente inestables y precarias. Muchos de ellos son cultos y formados, pero víctimas de la crisis económica imperante en estos tiempos. Otros personajes de mayor edad, golpeados por la desgracia o gravemente enfermos en algún hospital de la ciudad, aparecen en el libro con un papel más secundario. En la misma línea literaria, aunque con personalidad y características propias, que otros autores catalanes de relatos como Quim Monzó o Sergi Pàmies, los cuentos de Jordi Nopca navegan entre el realismo sucio y las situaciones absurdas, entre la crudeza más dura y la ironía y el humor más disparatados.
            
En “No te vayas”, una joven, que ha estudiado Arte y trabaja en una tienda de ropa del Bulevard Rosa del paseo de Gracia, conoce a un joven que la pretende, pero el antiguo novio de la chica acaba interfiriendo violentamente en la relación. “Anillo de compromiso” insiste en la precariedad de las relaciones sentimentales y en el triunfo de la fatalidad. En “La pantera de Oklahoma”, vemos las malas relaciones de un escritor con su traductor y la conversión en personaje literario de una mujer norteamericana que aparece casi casualmente entre ambos. “Àngels Quintana y Félix Palme tienen problemas” nos presenta a una pareja expulsada por la crisis a la periferia de Barcelona –descrita barrio a barrio en el inicio del relato– y víctima de la precariedad laboral y el alcoholismo de uno de ellos. Disparatado, angustioso y por momentos surrealista resulta “Un hombre con futuro”, sobre un personaje que ha perdido las llaves de su piso. Otra pareja –Joan y Marina–, culta y cinéfila, protagoniza “Cine de autor”, con un final de corte escatológico. Magnifico relato es “Navaja suiza”, sobre otra pareja que se documenta a fondo antes de sus viajes de vacaciones y que constituye un verdadero catálogo de escritores suizos, uno de los cuales (Peter Stamm) acaba formando parte real del sorprendente y truculento final de la relación de los dos viajeros. En “Nos tenemos el uno al otro” encontramos a otra pareja con problemas laborales a los que buscan un extraño remedio. Espléndida narración es “Las vecinas”, sobre una pareja de jóvenes chinos que alquila el bar de la Filmoteca de Sarriá y una alcohólica y enigmática mujer que aparece con frecuencia en su local. “Velas y túnicas” trata sobre un jubilado que se empeña en aprender a tocar el saxo y unos extraños vecinos que parecen practicar espiritismo.
            
Cuentos escritos con fluidez y ritmo, que intentan atrapar entre sus páginas la mezcla de precariedad y absurdo que preside las vidas de unos personajes urbanos desorientados por las urgencias de un presente incierto.

Carlos Bravo Suárez


lunes, 16 de noviembre de 2015

CONTRA LA BARBARIE


Me he despertado con la noticia del horror de anoche en París. Todos, salvo los fanáticos deshumanizados que han perdido la razón, condenamos y estamos entristecidos por estos actos de barbarie salvaje. Los valores de nuestra civilización europea, nuestras democracias, que emanan de los principios de la Ilustración, pueden ser siempre mejorables y perfeccionados; pero, hay que decirlo sin vacilación ni duda alguna, son valores superiores a los que, en nombre de falsas pretensiones religiosas, defienden quienes quieren devolvernos a estados pasados y afortunadamente ya superados hace tiempo por nuestra civilización occidental. Unidos en la tristeza y la repulsa, debemos luchar juntos contra cualquier intento que pretenda hacernos retroceder al fanatismo irracional y a la barbarie más inaceptable y espantosa.

Carta publicada ayer en los diarios El Mundo, La Vanguardia, Heraldo de Aragón y Diario del Alto Aragón.

domingo, 15 de noviembre de 2015

APRENDER DE LOS GATOS



“Lo que aprendemos de los gatos”. Paloma Díaz-Mas. Anagrama. 2014. 128 páginas.
          
Nunca he tenido gatos ni conozco por experiencia personal los hábitos domésticos de estos animales. Sin embargo, he leído con bastante deleite el libro que Paloma Díaz-Mas (Madrid, 1954) ha dedicado a estos pequeños felinos. La escritora madrileña, profesora de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y durante dieciocho años profesora de literatura en la Universidad del País Vasco, ha publicado importantes trabajos sobre la literatura medieval y el romancero, la colección de cuentos “Nuestro milenio”, los relatos autobiográficos “Una ciudad llamada Eugenio” y “Como un libro cerrado” y novelas como “El rapto del Santo Grial”, “El sueño de Venecia” o “La tierra fértil”. Su último libro, editado por Anagrama el pasado año, es una deliciosa obrita sobre gatos que, además de permitirnos aprender de y sobre ellos, constituye un brillante divertimento literario.
            
“Lo que aprendemos de los gatos” está dividido en dos partes, tituladas “Un gato” y “Dos gatos”. En la primera, la protagonista es la gata “Tris-Tras, muerta cuatro meses antes de escribirse el libro; la segunda está protagonizada por el gato “Tris” y la gata “Tras”, recogidos por la escritora de una protectora de animales y por lo tanto con un etapa anterior de más que probable mala vida. En la primera parte, en tono melancólico por su reciente desaparición, se cuentan los hábitos domésticos de “Tris-Tras” y se contraponen las cualidades y aptitudes de los gatos con algunos defectos de los humanos. Sobre todo, con el de la Razón, entendida como “pensamiento”, un lastre de los seres humanos que, siempre pendientes del peso del pasado o de los deseos y proyectos del futuro, no sabemos disfrutar del presente. Así lo ve el gato: “Los seres humanos -piensa el gato- padecen una enfermedad congénita que se llama Razón [...] La manía de planificar el futuro, de imaginar lo que pasará (que tal vez no pase nunca), lo que provoca a los humanos un serio déficit de atención con respecto al presente; pensando en lo que vendrá y tal vez no venga, los humanos adultos acaban siendo incapaces de percibir lo que tienen alrededor. Están siempre anticipándose o recordando, pero no prestan ninguna atención al presente. Van por la vida como sonámbulos, absortos en sus propios pensamientos y aislados de la realidad.”
           
Una idea que se repite en la primera parte del libro, y que incluso se ilustra con la transcripción de un largo cuento narrado en los zocos de las ciudades del Norte de África, es que en realidad no es el hombre quien domestica al gato sino al revés. “De todos los animales domésticos, es el gato el único que no ha sido domesticado por el hombre. No porque siga siendo salvaje (aunque a veces lo parezca) ni porque no sea capaz de convivir con los humanos, sino porque no fueron los seres humanos los que domesticaron al gato, más bien fue el gato el que se domesticó a sí mismo. En otros casos, los humanos tomaron cachorros de otras especies, los acostumbraron a vivir en su entorno o los sometieron y doblegaron; pero el gato decidió él solo mudarse a vivir a las casas de los humanos. Por eso los gatos no tienen amo y la convivencia con ellos es siempre producto de un pacto, de una negociación, no de una dominación (si acaso, son los gatos los que dominan a los seres humanos, esos animales enormes y, no obstante, bastante dóciles.”
           
En “Lo que aprendemos de los gatos” hay una minuciosa y a veces casi demasiado prolija descripción de las costumbres y comportamientos de los tres pequeños felinos protagonistas, arquetipos -se supone- del conjunto de todos ellos. Y, aun a riesgo de abusar de las citas en la presente reseña, no puedo evitar terminarla, casi como resumen, con otra tomada del final de esa pequeña obra sobre gatos que Paloma Díaz-Mas ha escrito con auténtico mimo literario: “Los gatos son inasequibles a la angustia. Su miedo dura sólo un momento: el momento en que se produce. El nuestro se prolonga en el tiempo, se arrastra en recuerdos y se proyecta hacia un futuro desconocido e imprevisible. Mientras, acomodados en su sillón favorito, los gatos se atusan mutuamente con largos lengüetazos rosados."

Carlos Bravo Suarez

lunes, 9 de noviembre de 2015

DE SARAVILLO A LAFORTUNADA POR EL GR-15










El Centro Excursionista de la Ribagorza con sede en Graus ha programado  para el domingo 15 de noviembre una nueva excursión que se inscribe dentro de la iniciativa “Aragón a pie por GR”, auspiciada por la FAM. En este caso, se trata de una actividad ya clásica que el club organiza cada año en estas fechas otoñales y que consiste en una excursión matinal y una posterior comida en un restaurante próximo al itinerario elegido. Antes de la comida de hermandad que se celebrará esta vez en un restaurante de Laspuña, los participantes recorreremos en alrededor de cuatro horas, a ritmo muy tranquilo y con algunas paradas, los aproximadamente diez kilómetros del tramo sobrarbense del GR-15 que une las localidades de Saravillo y Lafortunada, denominado tradicionalmente camino de Mataire.

Tras el desplazamiento desde Graus en autobús, iniciaremos nuestra excursión en el núcleo de Saravillo (984 m.), población situada en la margen izquierda del río Cinqueta y de la que fue párroco el famoso mosén Bruno Fierro, que tiene dedicado un pequeño museo en el lugar. Casi desde el centro de su casco urbano, tomaremos una de sus empinadas calles para salir de él y ascender en dirección al collado de San Miguel (1.266 m.) y la Collata Mataire (1.348 m.), puntos más elevados de nuestro recorrido. En este tramo de subida, el sendero cruza un par de veces una pista y transita, en algunos momentos sobre piso empedrado, por un espeso bosque de bojes y pinos.

Siguiendo las marcas rojiblancas alcanzaremos en alrededor de una hora el citado collado de San Miguel que, situado entre la robusta Punta Llerga y la más modesta Peña de San Miguel, constituye una espléndida atalaya con magníficas vistas sobre el valle del río Cinqueta. Entre pinos, y por terreno casi llano, llegaremos en pocos minutos a la collata Mataire, donde una pista a la derecha, ya fuera del camino marcado, nos conduce en cinco minutos a un pequeño claro del bosque donde se encuentra el refugio de Peguera (1.330 m.), lugar ideal para reponer fuerzas tras la subida.

De regreso al GR, iniciaremos la bajada dejando a nuestra izquierda las bordas de Mataire, una de las cuales ha sido convertida en un refugio para cazadores. Desde aquí, y ya en la vertiente del Cinca, el sendero discurre en suave descenso por la margen izquierda de este río, a considerable altura de su cauce, que veremos bastante abajo junto a la carretera. Siempre por bosque de pinos y hermosos ejemplares de robles, transitaremos por un sendero cómodo, salvo algunos taludes que, si ha llovido recientemente, pueden acumular piedras arrastradas por las torrenteras que hagan algo más incómodo su paso.

Tras cruzar un barranco, pasaremos por debajo de los enormes tubos de la central de Lafortunada y llegaremos a Badaín, un pequeño pueblo en el que destaca su imponente iglesia parroquial, situada exenta de su escaso pero bien cuidado caserío. Menos de un kilómetro y un puente sobre el río Cinca nos separan de Lafortunada (713 m.), donde terminaremos nuestro recorrido.

Datos útiles

Organiza: Centro Excursionista de la Ribagorza de Graus.
Distancia: 9,7 Km.
Duración: 3,30 horas.
Desnivel+: 430 m.
Desnivel-: 730 m.
Fecha y lugar de salida: Domingo, 15 de noviembre, 7.30 h. Glorieta Joaquín Costa de Graus. Desplazamiento en autobús.
Inicio de la excursión: 9.00 h. aprox.
Precio: Socios CER 16€; no socios 19€. Seguro de excursión obligatorio para los no federados: 2,5€. Comida en Laspuña: 15€. El pago puede efectuarse en el autobús al inicio de la excursión.
Inscripción: E-mail centro.excursionista.ribagorza@hotmail.com o teléfonos 696 86 73 42 (Carlos) o 667 20 97 74 (Ana). Plazo máximo: jueves 12 de noviembre a las 21 h.

Carlos Bravo Suárez
Centro Excursionista de la Ribagorza

Artículo publicado en el suplemento "Aragón, un país de montañas", de Heraldo de Aragón, el jueves 5 de noviembre de 2015



domingo, 8 de noviembre de 2015

EL REINO

                                                       
“El Reino”. Emmanuel Carrère. Anagrama. Traducción de Jaime Zulaika. 2015. 520 páginas.
            
Emmanuel Carrère (París, 1957) es una de la figuras más destacadas de la literatura francesa actual. Escritor, guionista y director de cine, Carrère ha publicado en Francia una decena de novelas, las últimas de las cuales (“El adversario”, “Una novela rusa”, “De vidas ajenas” y “Limónov”) han sido editadas en nuestro país por Anagrama. En la misma editorial acaba de aparecer “El Reino”, una aproximación personal y diferente al Nuevo Testamento y a los primeros tiempos del cristianismo.
            
El cristianismo, además de una doctrina, una moral o unas pautas de comportamiento, es también un relato, una historia, una construcción literaria. En “El Reino”, Emmanuel Carrère se acerca a dos de los principales relatos del cristianismo primigenio: “El Nuevo Testamento” y “Los Hechos de los Apóstoles”. Y, de ellos, Carrère deduce que, entre otras cosas, el cristianismo contiene una historia magnífica y extraña, en muchos aspectos fantasiosa, incomprensible, casi de ciencia ficción. Sin embargo, constituye un gran interrogante cómo una religión con elementos tan extraños e inverosímiles tiene aún hoy en todo el mundo tantos millones de creyentes y seguidores. Examinar ese fenómeno tan increíblemente extraño es uno de los objetivos de “El Reino”.
           
En una mezcla de autobiografía, ensayo y literatura de ficción, Carrère acude a las fuentes bíblicas, a los exégetas y a los estudios históricos para, con un enfoque que bascula entre lo personal y lo objetivo, trazar un retrato de los dos principales impulsores y difusores de aquel cristianismo originario: la figura clave, apasionada, arrolladora y contradictoria de Pablo de Tarso y el más tibio e intelectual evangelista Lucas. Ninguno de los dos conoció sin embargo a Jesucristo, pero ambos pusieron los sólidos cimientos del gran edificio que se empezó a construir entonces. Sólo al final del libro hay algunas referencias a los evangelios de Juan y Marcos; mientras que en algunos momentos es Santiago, hermano de Jesús, quien adquiere algo más de protagonismo.
            
Antes, en la primera parte de la novela y de manera autobiográfica, Carrère recuerda su época de creyente cristiano, veinte años atrás, en un momento de crisis, desasosiego e incertidumbre personal. Desde el presente, y para enlazar con la redacción de su nueva novela, el escritor francés desempolva los diarios que escribió en su juventud y que tenía ya olvidados en el fondo de un baúl. Una frase de Mark Twain, citada en el libro, puede servir para resumir aquel periodo: “La fe es creer en algo que sabemos que no es verdad”. El propio Carrère, pasado aquel tiempo y ya declaradamente agnóstico, escribe aproximadamente a mitad de “El Reino”: “No, no creo que Jesús haya resucitado. No creo que un hombre haya vuelto de entre los muertos. Pero que alguien lo crea, y haberlo creído yo mismo, me intriga, me fascina, me perturba, me trastorna: no sé qué verbo es más apropiado. Escribo este libro para no imaginarme que sé mucho más, sin creerlo ya, que los que lo creen, y que yo mismo cuando lo creía. Escribo este libro para no abundar en mi punto de vista”.
            
A la hora de aproximarse al cristianismo y sus orígenes, Carrère descarta los extremos y evita caer tanto en aquella fe ciega de su juventud como en el rechazo completo, según el cual todo el relato del cristianismo consiste en una sarta de exageraciones y fantasías inventadas. Con un estilo sencillo y sobrio, que pretende estar en consonancia con una intención literaria sincera y honesta, Carrère logra construir un libro diferente y personal, que arranca de su propia experiencia y donde tienen cabida desde sus fantasías pornográficas a través de internet hasta la comparación de algunas intrigas del primer cristianismo con las de los primeros comunistas rusos.
            
Otros escritores (Saramago, Martín Garzo, Menéndez Salmón o, ahora mismo, Amos Oz con su novela “Judas”) han buscado inspiración literaria en los textos sagrados del cristianismo. Con “El Reino”, Emmanuel Carrère ha creado un texto misceláneo y personal enormemente completo y decididamente sobresaliente.

Carlos Bravo Suárez       


domingo, 1 de noviembre de 2015

LOS CABALLEROS DE LA MESA REDONDA

                           

“Los caballeros de la Mesa Redonda”. Editorial Teide. 2012. 208 páginas.

Voy a reseñar hoy aquí un libro dirigido a jóvenes lectores. Se trata de “Los caballeros de la Mesa Redonda”, publicado por la Editorial Teide, dentro de su Biblioteca Teide, una colección que acoge principalmente adaptaciones de obras clásicas de la literatura española y universal para facilitar el acceso a las mismas de los lectores más jóvenes. Este tratamiento, tal vez más discutible en otros casos, tiene total sentido en la obra que nos ocupa, pues “Los caballeros de la Mesa Redonda” es una selección en forma de novela de los muchos textos y versiones, en muchos casos de carácter anónimo, que componen el extenso corpus del llamado ciclo artúrico. Esta serie de relatos hunde sus raíces en el folclore y la mitología celta y se desarrolla con las numerosas aportaciones e influencias recibidas durante la Edad Media.

La versión de la Biblioteca Teide que aquí reseñamos se inicia con una didáctica introducción a cargo de J. R. López García y se cierre con una guía de lectura y unas propuestas de trabajo a cargo del mismo autor. La edición contiene también diversas ilustraciones a color de varios ilustradores de Isis Art Studio y Chromic Studio y numerosas notas a pie de página. Muy útil resulta al lector el apéndice en el que se ordenan alfabéticamente, con una pequeña explicación para cada uno de ellos, todos los personajes –que no son pocos– relacionados con el ciclo artúrico que aparecen en la narración.

El libro se estructura en cuatro partes que pretenden, en la medida de lo posible, establecer un orden cronológico en el relato. En la parte inicial, titulada “La leyenda de Merlín”, se narran los orígenes y poderes de este famoso mago y su relación con el nacimiento de Arturo y su proclamación como rey tras haber logrado arrancar la espada Excalibur de la piedra en la que estaba clavada. En “La leyenda de Lanzarote”, es este caballero de misteriosa procedencia quien toma el protagonismo con el relato de sus hazañas y el irresistible enamoramiento que vive con la reina Ginebra y que le acabará enfrentando con su rey, a quien tanto venera como leal vasallo. Más corta es la tercera parte, titulada “La búsqueda del Santo Grial”, en la que se relata principalmente la búsqueda del cáliz sagrado por parte de algunos de los principales caballeros de la corte del rey Arturo, con Galaz, el caballero sin tacha, a la cabeza. “La muerte del rey Arturo” constituye la última parte y supone el final del periodo de aventuras y el desenlace del libro.

El ciclo artúrico aquí resumido reúne todos los ingredientes de esta interesante e influyente colección de relatos y leyendas: el ideal caballeresco medieval, la continua presencia de la magia y los encantamientos, la búsqueda del Santo Grial como camino de perfección personal y espiritual, la fuerza irracional del amor que se sitúa incluso por encima del juramento de vasallaje y de la inquebrantable obligación matrimonial. Tanto los reyes Arturo y Ginebra como los magos Merlín  y Viviana o los caballeros Lanzarote del Lago, Galaz, Galván o Perceval encarnan las virtudes modélicas de sus respectivos oficios; pero son a la vez personajes de carne y hueso, sometidos a las pasiones humanas del amor, los celos o los deseos de venganza y a los sucesivos vaivenes de la fortuna.

Los caballeros de la mesa redonda y la vieja saga artúrica han pervivido en la cultura de nuestros días y es manifiesta su presencia e influencia reciente en la moderna literatura fantástica, la iconografía o el cine. El libro aquí reseñado es una buena manera de facilitar a los jóvenes lectores su iniciación en este mágico mundo de leyendas y aventuras.

Carlos Bravo Suárez