jueves, 28 de septiembre de 2017

LINÁS DE BROTO - SOASO DE LINÁS - TOZAL DE LAS COMAS - EL CEBOLLAR - ORDESA

 Iglesia de Linás de Broto
 Inicio de la excursión


 Puente A Pasata

 Soaso de Linás
 Ascendiendo hacia el tozal de las Comas


 Toronzué, Tendeñera y cresta de Año
 Primeros colores de otoño
 Grupo con Toronzué, Sabocos, Tendeñera y cresta de Año al fondo.
Dura ascensión
 El Tozal de las Comas al fondo. Descanso.


 Tendeñera, Cresta de Año, Pico Otal, punta Feners.
 Cuello de Mondiniero
 Tramo final hacia la cima del tozal de las Comas.
 Flores en la subida. El falso azafrán o quitameriendas.
 Subiendo. Un grupo ya está en la cima del tozal de las Comas
 Monte Perdido, con zoom.
 Mondiniero al fondo.
 Descansando en la cima del tozal de las Comas.
 Grupo en el tozal de las Comas.
 El Vignemale o Comachibosa.
 Iniciando el descenso.

 Cogiendo agua en un barranco.

 Hayedo en la bajada.



 Paso bajo las paredes rocosas

 Tramo final.

 El río Ara al final de la excursión

Tras las fiestas grausinas, el Centro Excursionista Ribagorza reanudó el pasado domingo su programa oficial de excursiones con un atractivo y poco conocido itinerario por los aledaños del valle de Ordesa. Era ésta una actividad que había quedado suspendida por la lluvia a principios del pasado mes de junio.
Fuimos 25 los participantes que salimos de Graus en autobús a las siete de la mañana para dirigirnos por carretera a la localidad sobrarbense de Linás de Broto, situada a 1.232 m. de altitud, en la vertiente oriental del puerto de Cotefablo. A las nueve en punto, iniciamos nuestra caminata en un desvío a la derecha un poco antes de la entrada al pueblo. Transitamos primero por un umbrío camino empedrado envuelto en vegetación, por la margen derecha del barranco de Sorrosal. Desviándonos momentáneamente del sendero principal, fuimos a ver un par de cascadas de la zona conocida como el Soaso de Linás, ahora algo escasas de caudal pero aun así merecedoras de una visita. Tras cruzar el barranco de Sorrosal por el recientemente restaurado puente de A Pasata, hicimos la parada del desayuno. Recuperadas las fuerzas, iniciamos el tramo más duro de la ascensión al Tozal de las Comas.
Ya por terreno abierto, fuimos subiendo, por camino poco trazado, remontando laderas herbosas bastante empinadas. Tras llegar al cuello Mondiniero, dejamos este pico a nuestra derecha y afrontamos, en sentido contrario, el último tramo de la ascensión al Tozal de las Comas, situado a 2.342 m. de altitud y punto más elevado de nuestro recorrido. Desde la cima de esta privilegiada montaña, y ya desde su camino de ascenso, disfrutamos de magníficas vistas en todas las direcciones. Por el oeste, la cara sur de Tendeñera, las crestas de Año y los picos Otal y Feners. Hacia el norte, el imponente Vignemale o Comachibosa. Hacia el este, los inmediatos valles de Bujaruelo y Ordesa, los Gabietos, el Taillón, las puntas ya nevadas de las Tres Sorores (Cilindro, Monte Perdido y pico Añisclo) y la punta de las Olas. Cerrando el horizonte por oriente, y ya algo difuminadas en la  lejanía, las reconocibles siluetas de Cotiella y la Peña Montañesa.
Tras una relajante parada en esta espaciosa cima, descendimos por laderas redondeadas, verdes y herbosas hasta el collado del Cebollar, donde se encuentra una estación meteorológica. Allí tomamos el PR-HU134. Nos quedaban dos horas de bajada por zona de bosque, primero de pinos y luego por un precioso y sombreado hayedo. A las seis de la tarde llegamos al final de nuestro recorrido, un parking a 3,5 Km al norte de Torla, situado a 1.070 m. de altitud. Allí nos esperaba el autobús y en dos horas más de carretera llegamos de vuelta a Graus tras una larga jornada de excursionismo.
Según nuestro GPS, habíamos recorrido 19 Km en algo más de nueve horas, de las cuales poco más de seis estuvimos en movimiento. El desnivel de subida fue de 1.258 m. y el de bajada, de 1.391 m. Habíamos completado un exigente itinerario por unos parajes poco conocidos de la zona próxima a Ordesa, un valle muy visitado que sin embargo esconde rincones próximos todavía muy poco frecuentados por los excursionistas.
Artículo publicado en Diario del Alto Aragón.
 Mapa y perfil de la excursión.


domingo, 17 de septiembre de 2017

RENDICIÓN, UNA FÁBULA LUMINOSA

      

Desde su primera narración, “Lo peor de todo” (1992), inscrita en los inicios de la llamada Generación X o Generación Kronen, Ray Loriga (Madrid, 1967) ha recorrido una larga carrera literaria que incluye diez novelas, varios libros de relatos y numerosos guiones de cine. Ahora, con “Rendición”, acaba de ganar la última edición del prestigioso, y económicamente bien dotado, Premio Alfaguara de Novela.
El jurado, presidido por la escritora mexicana Elena Poniatowska, consideró que “Rendición” es “una historia kafkiana y orwelliana sobre la autoridad y la manipulación colectiva, una parábola de nuestras sociedades expuestas a la mirada y al juicio de todos. A través de una voz humilde y reflexiva con inesperados golpes de humor, el autor construye una fábula luminosa sobre el destierro, la pérdida, la paternidad y los afectos. La trama de ‘Rendición’ sorprende con cada página hasta conducirnos a un final impactante que resuena en el lector tiempo después de cerrar el libro”.
“Rendición” es lo que, últimamente con cierta modernidad y algo de abuso, denominamos distopía, la descripción de una posible sociedad futura que acentúa algunos rasgos ya presentes en la nuestra. Tal vez exagerando un poco, podríamos incluir este relato en el género de la ciencia-ficción, aunque en realidad acabe funcionando literariamente como una fábula o parábola. Una historia contada por una voz narradora que habla en tiempo real mientras van ocurriendo los hechos, que parece ir contándose a sí misma a modo casi de monólogo.
Una pareja que vive en el campo tiene que quemar su casa y abandonar sus tierras ante el avance de una guerra cuyas causas son oscuras y todos parecen desconocer. Él, narrador de la historia, era un trabajador en las tierras que eran propiedad de la que luego fue su mujer. Dos hijos del matrimonio partieron a la guerra y no hay noticias de ellos desde hace tiempo. Para paliar su ausencia, la pareja acogió a un niño mudo al que llamaron Julio, que les acompaña en la huida. Con otros desplazados se dirigen a la cuidad transparente, una ciudad en la que la intimidad no existe y donde a cada uno se le da un trabajo acorde a su preparación y todas las necesidades parecen estar satisfechas.
La novela plantea diversos temas; algunos actuales y otros más atemporales. Por un lado, la necesidad de adaptarse a nuevas circunstancias. El propio Loriga lo expresó así en el momento de la recepción del premio Alfaguara: "Trata sobre quiénes somos cuando nos cambian las circunstancias, cuando nos quitan las flores del jardín, cuando los muebles se han ido, cuando las situaciones han cambiado; quiénes somos de verdad, esa es la pregunta que me hago en el libro". El narrador era un campesino y la actividad a la que se dedicaba antes de la guerra ha dejado de existir en la ciudad transparente a la que llega.
La novela, en este aspecto orweliana, kafkiana y, permítaseme la palabra, huxleyana, construye una metáfora de un tiempo futuro en el que desaparece la intimidad del individuo y todo el mundo parece tener que ser feliz por uniformidad y decreto. Otro concepto, ya presente en el título, es el de la rendición: el narrador va aceptando y asumiendo una serie de renuncias y humillaciones contra las que no logra en principio reaccionar. Las causas de esa renuncia pueden ser varias, aunque tal vez sea la principal la búsqueda de la supervivencia y protección de los suyos.
Escrita con una prosa sobria y desnuda, con escasez de adjetivos y ausencia de adornos literarios, “Rendición” es una novela que se lee con creciente interés y que plantea inquietudes y preocupaciones de nuestro tiempo que se proyectan hacia el futuro.

“Rendición”. Ray Loriga. Alfaguara. 2017. 216 páginas.

sábado, 9 de septiembre de 2017

DEL VALLE DE BENASQUE AL VALLE DE ARÁN: LA BESURTA-PUERTO DE LA PICADA-ARTIGA DE LIN-UELHS DETH JOEU-ES BORDES

Subiendo de la Besurta al puerto de la Picada.




El Aneto y los Montes Malditos, enfrente de nosotros.
El Forau de Aiguallts con zoom.
Zoom al Aneto
Llegando al puerto de la Picada
Desayunando en el puerto
Iniciando la bajada
Grupo con la Picada al fondo.
La canaleta de Pomero


Bajando a la Artiga de Lin

Caballos cerca de la cabaña de Pomero


El Coll deth Horo a la vista

El puente colgante antes de la Artiga
Bosques antes de la Artiga


La Artiga de Lin, con las vacas pastando, y el Coll deth Horo al fondo.


Uelhs deth Joeu u Ojos del Joeu.


Setas en el camino



Hont o Fuente de Gresilhon
Tren turístico de la Artiga
Hayas en el camino de la Artiga al aparcamiento.

Aparcamiento de la Artiga, comida y camino de bajada



Iglesia de Es Bordes

El pasado domingo treinta y tres miembros del Centro Excursionista Ribagorza realizaron una bonita travesía de montaña entre los valles de Benasque y de Arán, desde La Besurta a la Artiga de Lin y Es Bordes, cruzando por el puerto de la Picada, paso histórico y tradicional entre ambas comarcas pirenaicas. La excursión se hizo en un día fresco y nublado en su inicio, pero sin lluvia y progresivamente caluroso a medida que avanzaba la jornada, cuya temperatura resultó ideal para la práctica del senderismo.
Los treinta y tres participantes en la actividad nos desplazamos en autobús desde Graus, de donde salimos a las seis y media, hasta el aparcamiento situado en el vado de Llanos del Hospital de Benasque, al que llegamos muy poco después de las ocho. Tras una corta espera tomamos el autobús, obligatorio en la temporada de verano, que lleva a La Besurta. Un poco antes de este lugar, en la anterior parada, iniciamos, a casi 1900 m. de altitud, nuestro recorrido andando. Ascendimos por una pronunciada subida, conocida como “la costera”, por un sendero muy pisado y bien marcado que en alrededor de hora y media, nos llevó al puerto de la Picada, situado a 2477 m. de altitud y punto divisorio entre los valles de Benasque y de Arán. Acurrucados en un lugar protegido del frío y fuerte viento, hicimos la parada para el desayuno.
Una vez repuestas fuerzas, iniciamos el camino de bajada en dirección noreste hacia la Artiga de Lin. Dejamos a la izquierda el paso de la Escaleta y la frontera francesa y descendimos por la llamada canaleta de Pomero. Pronto llegamos a una zona más suave y herbosa donde, cerca de la cabaña de Pomero, pastaban apacibles unos hermosos caballos. Reanudamos el descenso y nos adentramos en un precioso bosque húmedo y frondoso. Cruzamos un nuevo puente colgante en continuo bamboleo a nuestro paso y, por otro tramo de bosque, llegamos enseguida a la Artiga de Lin, conjunto de un par de verdes explanadas hasta donde llega una pista asfaltada y donde hay un refugio de montaña en fase de ampliación. Desde el puerto de la Picada habíamos tardado poco más de dos horas. Las vistas del Coll deth Horo (o de Toro en la zona benasquesa) y del Coll de los Araneses son extraordinarias.
Desde la Artiga hicimos un recorrido circular de unos 20 minutos por los llamados Uelhs deth Joeu (Ojos del Joeu), lugar donde afloran con fuerza a la superficie las aguas procedentes del glaciar del Aneto que se filtran y desaparecen bajo tierra en el llamado Forau de Aigualluts. El río Joeu es una de las fuentes del río Garona, que tras atravesar el valle de Arán se convierte en uno de los principales ríos franceses de la vertiente atlántica.
Terminado ese breve recorrido, iniciamos el descenso hacia la localidad de Es Bordes. El primer tramo, de unos tres kilómetros, lo hicimos por un nuevo sendero que, entre húmedos y frondosos bosques, discurre en paralelo a la pista asfaltada que baja desde la Artiga. Tras unos 3 Km de recorrido, llegamos al aparcamiento de coches (no pueden llegar vehículos grandes) donde hay un par de restaurantes. En la terraza de uno de ellos hicimos la parada para comer nuestra comida de alforja. Nos quedaban luego 6 Km de descenso por carretera hasta la localidad de Es Bordes, donde nos esperaba el autobús para volver a Graus. Habíamos recorrido 20 km, en algo más de siete horas, de las que cinco y media estuvimos en movimiento.
Artículo publicado en Diario del Alto Aragón

Datos, mapa y perfil de la excursión

Distancia: 18,8 Km
Ascenso: 717 m
Descenso: 1.757 m
Altura máxima: 2.472 m
Altura mínima: 825 m
Tiempo transcurrido: 7h39m
Tiempo en movimiento: 5h26m
Tiempo detenido: 2h13m
Velocidad media: 2,46 Km/h
Promedio movimiento: 3,47 Km/h