domingo, 26 de noviembre de 2017

LA MUERTE DE LOS HÉROES


Carlos García Gual (Palma de Mallorca, 1943) es catedrático emérito de Filología griega de la Universidad Complutense de Madrid, escritor, crítico y traductor y, posiblemente, la mayor autoridad en literatura y mitología grecolatina de nuestro país. Ha publicado numerosos libros y artículos sobre literatura clásica y medieval, filosofía griega y mitología, y es, además, director de la magnífica colección Biblioteca Clásica Gredos. Como traductor de obras clásicas y medievales, ha recibido en dos ocasiones el Premio Nacional de Traducción. Ahora, con su habitual estilo ameno, documentado y didáctico, acaba de publicar, en la exquisita y elegante editorial Turner, un breve y delicioso ensayo titulado “La muerte de los héroes”.
“La muerte de los héroes” repasa, en breves capítulos repletos de erudición, las muertes y momentos finales de 25 personajes de la mitología griega. Según explica el propio García Gual en su prólogo: “En estas páginas intento recordar y comentar, con referencias puntuales a textos antiguos, unas cuantas escenas míticas en torno al tema del encuentro con la muerte de los héroes griegos. Es decir, lo que podríamos considerar su última aventura, gloriosa a veces, otras triste. El mero morir no es algo extraordinario, sino un hecho ligado a la condición de todo ser humano, sea o no un héroe griego. Pero puede resultar interesante advertir cuántas variaciones hallamos en esas escenas de muertes, a veces singulares y dramáticas, y no carentes de una extraña ironía trágica en muchos casos”.
El libro se divide en tres partes: “Los héroes míticos” (Edipo, Heracles, Perseo, Orfeo, Asclepio, Jasón, Anfiarao, Alcmeón, Teseo, Penteo, Sísifo y Belerofonte); “Los héroes homéricos” (Agamenón, Aquiles, Áyax,  Áyax el Menor, Odiseo o Ulises, Paris, Héctor, Sarpedón, Neoptólemo y los pequeños combatientes de la ‘ilíada’; y “Tres heroínas trágicas” (Clitemnestra, Casandra y Antígona). El autor explica que "en los mitos y leyendas a menudo la muerte queda aparte y no se cuenta, solo salen las hazañas. Yo he espigado textos y autores, acá y allá, en busca de datos literarios sobre esas muertes de héroes, muchas veces poco conocidas. En algún caso, la muerte se cuenta en fuentes primeras, como la de Edipo en ‘Edipo en Colono’. En otros he usado fuentes muy secundarias o tardías”. La muerte, inevitable siempre, también alcanza a los héroes clásicos, que acaban siendo frágiles y vulnerables y tampoco ellos pueden escapar a su trágico destino. Además, la muerte es caprichosa y arbitraria y no siempre está a la altura de la vida del personaje.
Hay finales guerreros y heroicos, dramáticos y trágicos, pero también los hay paradójicos y absurdos, irónicos y azarosos. Sorprende, por ejemplo, el de Heracles (Hércules en latín), a quien mata sin querer su amada Deyanira al enviarle una túnica que ella desconoce que ha sido antes intencionadamente envenenada. El gran Hércules, para aliviar los insoportables picores que la tela le provoca, se arroja a una pira cuyo fuego lo consume. Paradójica es la muerte de Jasón, quien tras tantas aventuras en el mar con sus famosos argonautas muere al caerle en la cabeza el carcomido mástil de su vieja nave Argo, ahora varada en recuerdo de las viejas aventuras en ella vividas. Curioso es el fin de Odiseo, en el que de manera extraña se cumple su destino, que auguraba que la muerte le llegaría del mar y ejecutada por su hijo. Así, hasta los 25 finales diferentes y variados que completan las páginas del libro.
Muy interesante es la trágica presencia de las tres únicas mujeres con protagonismo en el relato. Clitemnestra, Casandra y Antígona son tres heroínas trágicas que se atreven a desafiar el papel de silencio y sumisión que les otorgaba la sociedad griega, y que pagan con sufrimiento y muerte su rebeldía contra el orden establecido.
En resumen, un libro muy recomendable que nos transporta, de la mano de uno de sus mayores conocedores y de manera didáctica y amena, al rico e inagotable mundo de la mitología clásica.
“La muerte de los héroes. Carlos García Gual.  Editorial Turner. 2017. 164 páginas. 

jueves, 23 de noviembre de 2017

EL BUITRE DE NAVAL


Foto tomada desde la iglesia de Naval el 19 de noviembre de 2017

DE ESCANILLA A LA FERIA DE NAVAL POR EL GR-1.1 (ESCANILLA-CASTILLO DE ESCANILLA Y ERMITA DE SAN JUAN-ABIZANDA-COLLADO DE PEÑA ROBLES-CASAS DE LA SIERRA-NAVAL)

GRUPO EN EL COLLADO DE PEÑA ROBLES
                                 ESCANILLA

                               CASA MORA
                                SUBIENDO AL CASTILLO DE ESCANILLA


                                CASTILLO DE ESCANILLA



                                ERMITA DE SAN JUAN


                                ERMITA DE LA VIRGEN DEL MONTE (fuera del GR)
                                ESCARCHA
                                TORRE DE ESCANILLA, SAMITIER Y PEÑA MONTAÑESA
                                HORNO DE CAL DEL COLLADO DE ARBUÉS
                                LAS TRES SORORES, SESTRALES Y AÍNSA
                                LAS TRES MARÍAS
                                ERMITA Y CASTILLO DE SAMITIER
                                LLEGANDO A ABIZANDA

                                ABIZANDA










                                DE ABIZANDA A PEÑA ROBLES

                                ERMITA DE SAN SALVADOR
                                CASAS DE LA SIERRA
                                SALINAS DE RUELAS
                               NAVAL


El Centro Excursionista Ribagorza organizó el pasado domingo una excursión por el GR-1.1 desde Escanilla hasta Naval, con motivo de la celebración de la feria de artesanía en esta bella localidad del Somontano.
Fuimos treinta y dos las personas que participamos en esta actividad incluida en el programa oficial del CER. Salimos de Graus a las 7 horas para dirigirnos en autobús hasta Escanilla, donde iniciamos nuestra caminata a las 8 horas. Tras una rápida visita a este pequeño lugar sobrarbense, donde destaca la Casa Mora, descendimos hasta la carretera A-138. Cruzamos la calzada y, siguiendo las señales rojiblancas del GR, atravesamos un barranco con escaso caudal e iniciamos la subida, por bonito sendero entre carrascas, hasta los restos del antiguo castillo medieval de Escanilla, de planta pentagonal. Hicimos una pequeña parada en su mirador (de cuyas vistas no pudimos disfrutar debido a la niebla) y junto a la ermita de San Juan, de origen románico y reformada en el siglo XVI.
El camino continúa en ascenso por una pista forestal entre bosque de pinos hasta llegar a un cruce. Desechamos a nuestra izquierda la subida a la ermita de la Virgen del Monte y continuamos por la derecha, llaneando o en suave descenso, hasta las afueras de Abizanda. Cruzamos la carretera por un paso subterráneo y, tras atravesar un pequeño barranco, ascendimos hasta esta hermosa localidad coronada por su extraordinaria torre defensiva. En la plaza hicimos un breve receso que algunos aprovechamos para tomar un café en el bar del pueblo.
Salimos de Abizanda por un sendero en subida y dejamos atrás la niebla. A partir de aquí, el sol y la buena temperatura nos iban a acompañar hasta el final de la excursión. Desde Abizanda hasta Naval, el terreno es quebrado y el camino tiene sucesivas subidas y bajadas. El punto de mayor elevación es el collado de la Peña Robles, a 820 m. de altitud. Allí se encuentra el límite entre las comarcas de Sobrarbe y Somontano.
A partir de aquí, el sendero está mucho peor señalizado. Descendimos entre pinos hasta un pequeño barranco y subimos a las Casas de la Sierra, desde donde ya divisamos Naval. Bajamos hasta la carretera, que seguimos durante unos minutos, y afrontamos por su derecha la parte final del itinerario, interrumpido en un breve tramo por un campo labrado que dificulta su seguimiento. Pasamos por las viejas y abandonadas salinas de Ruelas y llegamos a la entrada de Naval. Habíamos recorrido 15 km en unas cinco horas y media, contando las paradas.
En Naval, visitamos la animada feria de artesanía y comimos, muy gustosamente, un riquísimo estofado servido en un cuenco de la cerámica típica del lugar que nos llevamos de recuerdo.

(Además de al día de la excursión reseñada, hay fotos de excursiones anteriores)

Mapa y perfil del recorrido



Artículo publicado en Diario del Alto Aragón (con el error, ajeno a mi voluntad, en el título al poner GR-11 en vez de GR-1.1)

domingo, 12 de noviembre de 2017

MÁS CUENTOS DE JOYCE C. OATES


Tampoco este año le han dado el Premio Nobel a Joyce Carol Oates. Esperemos que los académicos suecos le hagan justicia a tiempo. Porque los méritos de la veterana y excepcional escritora estadounidense (Lockport, Nueva York, 1938) siguen aumentando sin cesar. A un promedio de casi un par de libros por año, Joyce Carol Oates es un caso prodigioso de prolífica e incombustible creación literaria de calidad, tanto en la novela como en los relatos más breves. A su ya extraordinaria lista de obras se suma la reciente publicación de su extensa novela “Un libro de mártires americanos”, que Alfaguara acaba de editar en España y que espero leer pronto y reseñar aquí.
Tras “El señor de las muñecas y otros cuentos de terror” (Alba Editorial, 2017), que reseñamos aquí hace unos meses, “Dame tu corazón” es el segundo libro de relatos de Joyce Carol Oates que se publica este año en España. Si aquel contenía seis estupendas narraciones breves; este, algo más extenso, contiene diez. “Dame tu corazón” fue editado en Estados Unidos en 2011 y ha sido Gatopardo Ediciones, en otra apuesta por la calidad y el buen gusto, la que lo ha publicado ahora en nuestro país, con traducción de Patricia Antón de Vez Ayala-Duarte.
Los diez cuentos de “Dame tu corazón” siguen las características habituales de la narrativa de la escritora estadounidense. Muestran, sobre todo, su prodigiosa capacidad para adentrarse en los aspectos más oscuros, insospechados y ocultos de la naturaleza humana, en los escondidos y complejos recovecos donde se convierten en irracionalidad algunos sentimientos pervertidos o no adecuadamente encauzados. Y, literariamente, la misma maestría de siempre para el relato breve, el mismo ritmo sostenido con sus dosis adecuadas de suspense e intriga y, en este libro de manera más acentuada, los finales no cerrados, cargados de una sugerente ambigüedad y de una doble o múltiple interpretación
“Dame tu corazón” es el primer relato y el que da título al libro. Reproduce una carta que una mujer envía a un hombre con el que ella tuvo una relación siendo muy joven. Le reprocha que le abandonara y lo amenaza con una venganza implacable sobre él y su familia. “Cerebro/escindido” narra el dramático encuentro entre un sobrino drogadicto y delincuente que va a robar a la casa de su tía, que regresa inesperadamente del hospital donde está ingresado su marido. Es un relato de gran intriga y tensión, con un final abierto y doble. En “El primer marido”, el tema central son los celos de un hombre que descubre unas fotos de su mujer con su primer esposo. “Strip Poker” arranca con una chica de 14 años en bikini que se sube a una lancha de unos cuantos treintañeros bebidos y animados. “Asfixia” es uno de los mejores relatos del libro: la relación entre una hija nómada e insegura y una madre alejada de ella, con una terrible sombra del pasado planeando sobre ambas. En “Tétanos”, encontramos a un asistente social, que debe enfrentarse a su difícil relación sentimental con su pareja, y a un niño violento y problemático que está internado en un centro de menores. “El torrente” tiene un cierto aire faulkneriano; transcurre en una granja, en el campo, en una numerosa familia a la que se añade un primo que padece una cierta deficiencia mental. “Ninguna parte” vuelve a reunir a una adolescente que odia a su madre con un grupo de jóvenes mayores que ella en un peligroso cóctel de alcohol y drogas. Otro de los grandes relatos del libro es “Sangría”: una virulenta relación, en la que es posible que nada sea en verdad como parece,  entre una niña y un joven que la recoge herida en su coche. “Vena cava” es el tremendo relato que cierra el libro, sobre un excombatiente de la guerra de Irak que retorna a su país destrozado tanto en lo físico como en lo psicológico.
Diez grandes relatos de una escritora excepcional. Para saborear despacio de la mejor literatura.
“Dame tu corazón”. Joyce Carol Oates. Gatopardo Ediciones. 2.017. 344 páginas.



ERMITAS DE BONANSA Y CONGOSTO DE OBARRA: BONANSA-SAN AVENTÍN-SAN ROQUE-SAN SALVADOR-SANTA LUCÍA-ALTO DE BONANSA-PUENTE DEL MOLINO DE ALINS-RÍO BLANCO-LA CROQUETA-BALLABRIGA-OBARRA

Bonansa

Casa Navarri de Bonansa, donde nació Joaquín Maurín
Subiendo de Bonansa a San Aventín
Ermita de San Aventín


Ermita de San Roque

Subiendo a San Salvador
Ermita y mirador de San Salvador

Ermita de Santa Lucía

Hacia el Alto de Bonansa

Roca de las nueve cadollas
Els Plans
Alins
Cotiella con zoom
Llegando al Alto de Bonansa
Bajando al puente de Alins

En el camino de la Croqueta



Paso de la Croqueta
Obarra desde la Croqueta
En lo alto de la Croqueta
Ballabriga

Obarra


El Centro Excursionista Ribagorza organizó el pasado domingo una excursión dentro del programa “Aragón a pie por GR”. Fue un recorrido que combinó buena parte de la ruta circular de las ermitas de Bonansa con dos tramos del GR-15 y el GR-18.1, en el valle del Isábena, dentro de la zona oriental de la comarca de Ribagorza.
En la actividad participamos 38 personas, que salimos de Graus en autobús a las 8 horas. Poco después de las 9 llegamos a localidad de Bonansa (1.256 m.), donde iniciamos nuestra caminata. El primer tramo de la excursión transcurrió por la Ruta de las Ermitas, señalizada en parte como PR-HU214. Es un itinerario circular de 9 Km, del que recorrimos 7 Km, hasta el Alto de Bonansa. Tras pasar por la plaza de Bonansa y ver la casa Navarri, en la que nació el político y escritor Joaquín Maurín, ascendimos en diez minutos hasta la ermita de San Aventín, una restaurada construcción románica en lo alto de un cerro que sirve de magnífico mirador. En otros diez minutos de bajada, llegamos a la ermita de San Roque, también románica y restaurada no hace mucho. Desde allí, cruzamos una pista asfaltada y, de nuevo en ascenso, nos adentrarnos en un espeso pinar. Siguiendo las marcas de PR, en poco más de una hora, alcanzamos San Salvador, una pequeña ermita románica que, situada a 1.510 m. de altitud, dispone de un magnífico mirador anexo que permite disfrutar de espléndidas vistas del valle de Castanesa. Protegidos del viento, hicimos la parada para el desayuno y nos hicimos una foto de grupo.
Retrocedimos sobre nuestros pasos y volvimos a un cruce de caminos para dirigirnos a la ermita de Santa Lucía, ya perteneciente al municipio de Laspaúles, totalmente reconstruida de una anterior del siglo XVI y con un pozo en su interior cuyas aguas, según la advocación de la santa titular, protegen y cuidan la vista. Desde aquí iniciamos un leve descenso hacia el Alto de Bonansa, con breve desvío del sendero para ver la Roca de las Nueve Cadollas, sobre la que existe una leyenda de hadas y encantarias que se explica en un panel.
En el Alto de Bonansa (1.359 m.), conectamos con el GR-15 que seguimos, por una bajada de bosque umbrío y húmedo, hasta el llamado puente del Molino de Alins. Continuamos algo más de un kilómetro por la carretera A-1605 hasta Río Blanco, donde conectamos con el GR-18.1, que ya no dejamos hasta el final en Obarra. El camino transita siempre, con magníficas vistas de bosques otoñales, por la margen derecha del Congosto de Obarra, ascendiendo hasta el llamado paso de la Croqueta, para descender primero a la pequeña localidad de Ballabriga y, finalmente, al monasterio de Obarra (1.000 m.), donde a las 16 horas terminamos nuestra excursión. Habíamos recorrido 19,6 km, en siete horas, de las que poco más de cinco y media estuvimos en movimiento. El desnivel acumulado de subida fue de 853 m. y el de bajada, de 1.078 m.
Mapa y perfil de la excursión



Artículo publicado en Diario del Alto Aragón